martes, 12 de febrero de 2013

Hoy en la historia - 12 de febrero


12 de febrero de 1804


En Königsberg, Prusia (Actual Kaliningrado, Rusia), fallece a los 79 años el filósofo Immanuel Kant, conocido por ser el primero y más importante representante del idealismo alemán y por ser considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.

Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el inicio de la filosofía moderna. En ella se investiga la estructura misma de la razón. Así mismo se propone que la metafísica tradicional puede ser reinterpretada a través de la epistemología, ya que podemos encarar problemas metafísicos al entender la fuente y los límites del conocimiento. Sus otras obras principales son la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética; la Crítica del juicio, en la que investiga acerca de la estética y la teleología y La metafísica de las costumbres que indaga en la filosofía del Derecho y del Estado.

Kant adelantó importantes trabajos en los campos de la ciencia, el derecho, la moral, la religión y la historia, inclusive creía haber logrado un compromiso entre el empirismo y el racionalismo. Planteando la primera que todo se adquiere a través de la experiencia mientras que la segunda mantiene que la razón juega un papel importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serán completamente subjetivos sin haber sido primero subsumidos a la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevará inevitablemente a ilusiones teóricas.

El pensamiento kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, llevando la filosofía más allá del debate entre el empirismo y el racionalismo.Hoy en día, Kant continúa teniendo una gran influencia en la filosofía analítica y continental.

En cuanto a su vida personal, aunque de joven era muy amigo de fiestas y convivios, pasados los 50 años tuvo un estilo de vida tan estricto que se decía que cuando salía a dar sus caminatas diarias, los vecinos sincronizaban sus relojes dada su puntualidad exacta. Sus obras las empezó a escribir a los 57 años, pero tienen un alto grado de profundización y análisis, que las han convertido en referente de la filosofía occidental.

Epitafio sobre la tumba de Kant en las afueras de la catedral de Kaliningrado (Rusia), cuya inscripción en alemán y ruso, es tomada de la «Conclusión» de Crítica de la razón práctica y dice así: «Dos cosas me llenan la mente con un siempre renovado y acrecentado asombro y admiración por mucho que continuamente reflexione sobre ellas: el firmamento estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí»

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